Tomar la cantidad correcta es esencial para ver resultados sin afectar tu salud. Una dosis baja puede ser ineficaz, mientras que una muy alta puede causar efectos no deseados. Siempre sigue las indicaciones del producto o consulta con un profesional.

No se recomienda usar suplementos de forma indefinida. En general, se aconseja usarlos por períodos de 2 a 3 meses, luego hacer una pausa o reevaluar. Esto evita que el cuerpo se adapte, pierda sensibilidad o que se acumulen sustancias. También permite revisar si el suplemento realmente está ayudando.

Aunque aportan nutrientes, no reemplazan una alimentación saludable. Funcionan mejor como complemento, no como base de la nutrición. Una dieta equilibrada siempre debe ser la prioridad.

Entender los ingredientes, concentraciones, advertencias y certificaciones te protege de productos de baja calidad o peligrosos. También ayuda a evitar alérgenos o mezclas innecesarias.

La edad, el metabolismo, el nivel de actividad física y la salud general influyen en cómo cada persona reacciona a un suplemento. Lo ideal es elegir productos personalizados o con respaldo profesional.